Aprende cómo identificar si un lunar es cancerígeno

¿ Tienes lunares ? Esta información te servirá

En mayor o menor medida los lunares forman parte del aspecto de una persona. Algunos lunares hasta resultan ser atractivos mientras que otros son desagradables o antiestéticos.  Los lunares pueden aparecer a corta edad, mientras que otros son adquiridos tras la exposición  los rayos del sol sin protección solar. Por otra parte también es importante recordar que las personas con piel blanca tienen más posibilidad de contraer lunares y que éstos puedan mutar de benignos a malignos. De hecho, este factor se incrementa cuando la persona tiene cabello claro o rojizo y ojos claros.


¿Cómo saber si un lunar es cancerígeno?
El número sí importa
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es que, a mayor cantidad de lunares, el riesgo de contraer melanoma es mayor. El límite que debe llamarnos la atención es de 50 lunares en adelante.

El cambio de tamaño

Cuando te encuentras frente  a un lunar que repentinamente tiene cambia de coloración, se agranda, arde o pica, puedes estar frente a un tipo de lunar que haya mutado y, por tanto, es conveniente que acudas con un médico especialista. 

Los cuidados se incrementan con la edad

Aunque el 25% de los pacientes con melanoma tienen menos de 35 años de edad e incluso se puede presenta en niños, lo cierto es que la mayor población predispuesta al melanoma son personas de alrededor de 50 años.



Tipos de carcinomas 

Si bien a simple vista un lunar puede cambiar su aspecto y pensamos que esto se debe a una anomalía que hay que tener en cuenta, esto no quiere decir que exista un solo tipo de carcinoma. De hecho el 70% de aparición de carcinomas son de buen pronóstico y baja incidencia de metástasis lo que implica que, con una intervención a tiempo, es posible su extirpación sin reaparición de células cancerígenas. 

Los cuidados

Es indispensable utilizar un filtro solar. Se recomienda el factor solar 50 que posea filtro para rayos ultravioletas A y B.
Por otra parte el uso de lámparas halógenas o LED durante muchos años pueden dañar la piel dado que éstas poseen irradiación de rayos ultravioletas A. Por tanto se recomienda emplear otras luces o bien utilizar cremas protectoras frente a esta exposición.

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